No se pueden separar Gandia y San Francisco de Borja, pero en realidad fueron sus antecesores los que “fundaron” Gandia, aunque nuestro Santo hiciera todo lo posible por su ciudad.
Hemos oído mucho sobre él los años pasados, pero vamos a repasar lo más significativo de su vida.
Francisco de Borja nació en Gandia (Valencia), en 1510.
Con 19 años se casa con Leonor de Castro, con la que tuvo ocho hijos. Un año después es nombrado marqués de Llombay. A los 29 es Virrey de Cataluña y a la muerte de su padre hereda el ducado de Gandia. Vive en palacio como privado del emperador Carlos V y caballerizo de la emperatriz.
La vista del cadáver de la emperatriz Isabel, mientras lo conduce a Granada para ser sepultado le hace recapacitar sobre su vida y empieza a pensar de otra manera,
Por desavenencias con el rey Juan de Portugal, renuncia al virreinato y se retira con su familia a Gandia. Ciudad que fortifica y en la que refuerza el hospital.
Una vez muerta su esposa y sus hijos colocados, entra en la orden de San Ignacio de Loyola, llegando a ser Superior General de los Jesuitas.
Atendió a Juana «la Loca» y al emperador Carlos V una vez retirado a Yuste y sobre todo se dedicó a predicar y fundar casas y colegios de la orden. Dio gran impulso a las misiones.
Mal visto por la Inquisición, va a Portugal donde permanece hasta que el papa Pío VI le llama a Roma. Desde 1566 hasta su muerte el 1 de octubre de 1572 fue General de la orden.
Francisco, “San Francisco de Borja” nieto del Papa Alejandro VI y del rey Fernando el Católico y primo del emperador Carlos V, fue canonizado en 1671.
María Antonia Mantecón
