Pacientes que ya han pasado por un tratamiento sustitutivo renal se
reúnen con otros que van a iniciarlo para orientarlos en el proceso
Está coordinado por la enfermera Lara Avellá, la nefróloga Celia
Climent y la psicóloga Elga Mas.
Nota de Prensa
Gandia (11.12.23). La unidad de Enfermedad Renal Crónica del servicio de
Nefrología del Hospital Universitario Francesc de Borja de Gandia ha puesto
en marcha un programa de apoyo mutuo entre pacientes con enfermedad renal
crónica.
Se trata del proyecto Mentoring de la Sociedad Española de Nefrología, en el
que también participan otros nueve hospitales españoles. En el caso del
Hospital de Gandia, el proyecto está coordinado por la enfermera Lara Avellá,
la nefróloga Celia Climent y la psicóloga Elga Mas.
A través de esta iniciativa, pacientes que ya han pasado por algún tratamiento
sustitutivo renal se reúnen con pacientes que están en el proceso de elegir uno
de los tratamientos o bien están a punto de iniciarlo, con el objetivo de
orientarlos en este proceso.
“Los pacientes empatizan más entre iguales; se sienten más identificados y más
libres de expresar sus dudas ante otro paciente que ya ha pasado por esa
situación que ante el profesional sanitario”, ha explicado Lara Avellá,
responsable del programa en el Hospital de Gandia.
Así, el principal objetivo de este programa de acompañamiento es ayudar a los
pacientes con esta patología a adaptarse a la enfermedad y al modo de vida que
ella comporta, y a promocionar los autocuidados.
“Hay que tener en cuenta que al paciente que está con tratamiento sustitutivo
renal le cambia la vida en todos los aspectos: personal, social, laboral y sexual.
De ahí la importancia de este acompañamiento”, ha añadido la enfermera.
En concreto, los mentores son pacientes que están en diálisis peritoneal, en
hemodiálisis en el centro hospitalario, en hemodiálisis domiciliaria; así como
pacientes trasplantados, de distintas edades y de ambos sexos, para adaptarse al
paciente al que va dirigido el programa. Las reuniones pueden ser previas al
inicio del tratamiento o bien una vez el paciente ya haya elegido el mismo.
El papel de las profesionales sanitarias en este programa, además de la
supervisión y coordinación del mismo, es el de generar un clima de acogida y
comprensión donde las personas se sientan libres para expresar sus
preocupaciones y dificultades, y crear así un vínculo que sirva de apoyo.
Con ello se identifican las principales preocupaciones y dificultades de la
enfermedad renal crónica, se comparten experiencias que los ayudan a afrontar
la enfermedad de la mejor manera posible, y a compartir recursos y estrategias
del día a día para intentar hacer fáciles los aspectos más difíciles de la misma.